YAYOI KUSAMA es una artista un poco atípica ya que vive recluida en un hospital mental. Tuvo una infancia muy, muy complicada y eso pudo influir en su cerebro y en su modo de ver el mundo, ya que para ella todo está lleno de dots, dots, dots. dots: puntos, puntos, puntos, puntos.... y necesita pintarlos de forma obsesiva y repetida en todo aquello que encuentra.
Pintar puntos la ayuda a "borrar" su enfermedad y la ha hecho convertirse en la mujer artista más importante de Japón.
" Si no hubiese hecho arte, me hubiera suicidado hace mucho tiempo
Un día estaba mirando los patrones de flores rojas del mantel de la mesa, y al mirar hacia arriba noté que el mismo patrón cubría el techo, las ventanas y los muros, toda la habitación, mi cuerpo y el universo. Sentí como si comenzara a auto-anularme, a mezclarme con el infinito del tiempo y el absoluto del espacio, reducida a la nada. Cuando me di cuenta que esto estaba realmente sucediendo y no se trataba solamente de mi imaginación, quedé aterrada. Supe que debía correr sino la ola de flores rojas me mataría. Subí desesperadamente las escaleras. Los peldaños comenzaron a desplomarse, me caí y me torcí el tobillo”
Su vida personal es muy trágica pero pintar la ayuda y mirad que resultados:
¡A que mola!
Esta imagen es de una instalación que Yayoi Kusama realizó en una galería de Australia.
La sala de la galería recreaba el interior de una casa australiana cualquiera, con la única diferencia de que muebles y paredes estaba pintados en blanco. Durante dos semanas se dieron stickers (pegatinas) a niños que visitaron el lugar y esto fue lo que ocurrió.
Aún se colocaron más puntos, lo puedes ver aquí junto a más imágenes del proceso
¿Veis algún espacio del centro lleno de puntos?
Espero vuestras propuestas
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